jueves, 3 de mayo de 2012

Bendita crisis


(Serie: Relatos de la crisis vivida en primera persona)

Autora:  Lessy Jakiwara Grández.

“Sobresaliente cum laudem” resonó en mis oídos en el salón de grados de aquel día de marzo, invierno en Madrid…. ¡no me lo podía creer!… tantos años de luchas, de esfuerzos, de dudas, de marchas y contramarchas… y ahí estaban junto a mí para celebrar ese momento sublime dos de las personas más queridas por mí: mi amado esposo y mi amiga Maricarmen: incondicionalidad total, amistad verdadera, cariño puro.

¡Bendita crisis! pensé, si ella no deja en paro a mi esposo y permite que un tiempo pueda dedicarse al cuidado de nuestro niño, no puedo tener la dedicación final que requiere realizar un trabajo de esta envergadura pese a que ya tenía muchos años de trabajo inicial y pocas esperanzas de culminar este proceso por la falta de tiempo …

Las dos semanas siguientes estuve en “Babia”, no me podía creer que ya fuera doctora: La Dra. Jakiwara… un sueño que mi padre tuvo; pero él quería que fuera médica. En realidad nunca se me cruzó por la cabeza elegir esa noble profesión de aliviar y salvar vidas humanas porque ver la sangre y el dolor físico humano se me hace muy difícil; pero igual soy doctora como mi padre deseaba; soy Doctora en Ciencias de la Información y nada menos que por la Universidad Complutense de Madrid, como soñé cuando terminé mi carrera universitaria como Licenciada en Sociología en la lejana Lima.

Tantos recuerdos se agolparon en mí… la búsqueda infructuosa de becas en Perú, pero tenía el empuje de la juventud para seguir en la lucha, seguir buscando, creyendo; y cuando menos lo esperaba se abrió una puerta con la ayuda de Dios: me encontré a mi amigo Felipe en el Consulado de España, que se iba a Madrid como sacerdote y me dijo que si podía me ayudaría para ir a estudiar a España como era mi deseo. Pasó el tiempo y al cabo de unos años y muchas experiencias poco agradables en el mundo académico de mi país, aterricé en Madrid y tiempo después empecé a estudiar el doctorado. ¡Qué época tan feliz¡ Un país nuevo por descubrir, nuevos amigos que me abrieron las puertas de su casa, de su vida y de su corazón: Maricarmen, Gloria, y toda la gente de la Comunidad Neocatecumenal de la Iglesia de San Leopoldo de Madrid, y muchas otras personas. Un país lleno de alegría, con seguridad ciudadana, tranquilidad, dedicación total al estudio: exposiciones, trabajos, compañeros de estudios y profesores expertos, siempre dispuestos a ayudarte.

Tantos recuerdos….tantas alegrías….tantos esfuerzos….tantas marchas y contramarchas….cuánta satisfacción había dentro de mí, no solamente por haber cerrado un círculo y terminar una etapa para empezar otra sino porque en realidad el resultado era el fruto de un trabajo largo, duro, difícil pero sumamente gratificante; poder contribuir con tu granito de arena a mejorar las cosas desde tu perspectiva, es algo que no tiene precio. En un principio fue un trabajo solitario y arduo y sin embargo cuánta gente estuvo detrás luego: no podría nombrar a todos porque son muchos….

La celebración final del resultado fue transnacional: mi familia en el Perú ha saltado de alegría, mis amigos aquí me dieron la ¡Enhorabuena¡ de corazón , ¡a celebrar se ha dicho que bien merece el esfuerzo¡, mis amigos y compañeros de universidad en Perú igualmente celebraron conmigo esta alegría, porque la alegría compartida se multiplica por dos o por tres o por más …¡quién sabe¡ sólo sé que es hermoso poder compartir alegrías y penas porque las alegrías se multiplican y las penas se dividen y parece que el mundo es un lugar más feliz, por lo menos por un momento; finalmente parece que hay en el mundo más gente buena y generosa, capaz de compartir tus alegrías que gente mala, que obstruye y hasta destruye con la finalidad de ponerse en el lugar que no les corresponde por mérito propio.

Pasado el alboroto, pensé que las crisis son grandes oportunidades disfrazadas que hay que saber aprovecharlas para sacar lo mejor de uno mismo y que si se trabaja con decisión y confianza, con esperanza y amor todo llegará… sé que llegará un trabajo en el que pueda aportar lo que he aprendido, esa es mi esperanza y la esperanza es lo último que muere… de momento mi investigación sobre jóvenes y recepción televisiva en Lima va a ayudar a concienciar a la población sobre la importancia que tiene la televisión entre la juventud: en el uso de su tiempo libre y de la necesidad de hacer un trabajo para que los jóvenes desarrollen una actitud más crítica con respecto a lo que ven en la llamada “pantalla chica”… por el momento no puedo pedir más, pero soñar no cuesta nada y si ponemos de nuestra parte muchas veces nuestros sueños se convierten en realidad ….Un brindis con amor por esa magia.

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