Cuando las mujeres empobrecidas dejan su país para ir a trabajar al extranjero, con frecuencia, son engañadas o maltratadas. Los tratantes y contrabandistas pueden explotarlas, las obligan a trabajar gratis como prostitutas o mendigando. La mujeres que trabajan como empleadas de hogar, a veces, son golpeadas, trabajan largas jornadas y no reciben su sueldo. Muchas mujeres dejan a sus propias familias en su país, para ir a cuidar a familias extrañas y, de esa manea, sus propios hijos se vuelven más vulnerables. El rostro femenino de la migración, un documento normativo de Caritas Internationalis, describe los problemas que deben afrontar las mujeres migrantes. Explore esta página para saber más: lea el documento normativo, conozca las historias de cuatro mujeres y haga nuestro juego interactivo “Siga a la mujer migrante”, con el fin de conocer su propias opciones, si fuera usted una pobre mujer que emigra al extranjero.
Descargue aquí el documento
http://www.caritas.org/includes/pdf/FemaleFaceOfMigration12/FFMCaritasPolicyDocES.pdf
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